Restaurante Selva

El espacio, rodeado por una llamativa fachada de cristal del suelo al techo diseñada por el equipo de arquitectos OMA, dirigido por el arquitecto holandés Rem Koolhaas, ofrecía unas vistas espectaculares de las afueras de Ámsterdam.

El desafío principal fue transformar este ambiente en uno cálido y selvático que contrastara con la dureza de la ciudad.

Sobre un fondo verde con suelos orgánicos y abundante vegetación, añadimos elementos de madera texturizada con formas onduladas.

Estos elementos funcionan como bancos y separadores, evocando un denso bosque al tiempo que añaden calidez. Las piezas curvilíneas zonifican el restaurante, creando caminos sinuosos que incitan a la exploración y suavizan la dureza del espacio.

Al entrar, un techo lleno de plantas y un elemento suspendido reflectante que parece un río tropical guía a los huéspedes. Este elemento, junto con lámparas de vidrio y vegetación, añade capas y profundidad al ambiente selvático.

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Los acabados reflectantes en metal, vidrio y cerámica evocan el agua, complementando la fachada de vidrio y creando una atmósfera tropical.

El otro gran protagonista de este paisaje, son los colores vibrantes y cálidos que salpican el espacio en las piezas de mobiliario y bancos, inspirados en frutas tropicales, aves y flores, a menudo representadas en el arte latinoamericano.

El bar ondulado y revestido de azulejos coloridos recuerda a los tejidos tradicionales latinoamericanos. Este bar se extiende desde la entrada hasta las zonas más privadas, manteniendo el restaurante en constante actividad con su área de bebidas y cocina abierta.

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La fachada de cristal del suelo al techo, parcialmente cubierta con paneles de mimbre, cuerda y madera, filtra la luz del sol como si fueran hojas o ramas, creando sombras acogedoras y añadiendo calidez al elegante recinto del edificio.